ENTREVISTAMOS A ROBERTO TEROL
Está al frente de la filial española con mano firme desde hace 24 años. Referente de la industria del buceo y apasionado submarinista.
¿Quién no conoce a Roberto Terol? Su pasión, su profesionalidad y su rigor son leyenda para todos los que nos dedicamos a esta profesión del submarinismo.
Hemos coincidido con él en una terraza de Portinatx (Ibiza) donde pasaba unos días de descanso y este 70 aniversario nos brinda una buena excusa para intentar penetrar un poco en su faceta más personal.
Por Ingrid Riera
A modo de introducción diría: «gracias por ser uno de los primeros y pionero en esponsorizar fotosubs, eventos, expediciones y todo tipo de campeonatos grandes y pequeños». Todo lo que durante más de 25 años ha tenido que ver con el mar, el buceo, la pesca, la apnea, la foto, etc., ha tenido a Roberto Terol apoyándolo de alguna manera, pequeña o grande.
Gracias por ser la primera empresa en permitirnos probar el material en sus Jornadas test y montar stands “de verdad” en las ferias del sector que nos pusieron al nivel de otros sectores”.
Cressi España fue una de la primeras empresas en ser constituida como filial directa de la sede central en 1992 y su introducción en el mercado se basó en una completa línea de producto a precios europeos y en algo no tan habitual en aquellos momentos como era un amplia disponibilidad de recambios y un excelente servicio post venta, aparte naturalmente de una propuesta de un catálogo sorprendentemente atractivo y completo para el momento.
También sabemos algunos que en su central de Terrassa se conciben, crean y diseñan, gracias a su pasión personal, muchos de los productos que después se fabrican y venden no solo en España sino que también se exportan a Italia y desde allí a todo el mundo.
Roberto no es únicamente un gerente, es algo más, es un motor para el mundo subacuático. Y desde aquí quisiéramos darle el protagonismo y el reconocimiento que creemos se merece.
A lo largo de todos los años que ha estado al frente de Cressi-Sub España ha sabido reinventarse y adaptarse a los tiempos que cada vez son más acelerados y por lo tanto cambiantes.
La llegada de las grandes multinacionales competidoras de Cressi, la venta online con precios competitivos y la facilidad con que las RRSS han cambiado las reglas del juego para muchos pequeños artesanos que antes no hubieran podido vender puerta a puerta sus productos es una gran reto.
Y todo ello, unido a una buena y cada vez más sólida competencia y a la crisis que todavía, -sí, sí, todavía-, estamos atravesando muchos, no es fácil.
Pero a pesar de todo, Cressi-Sub España, con una facturación de más de 7 millones de euros y con 25 empleados y una superficie de 2.500m2 en Terrassa, se reinventa permanentemente y tras estos casi 25 años en España y 70 con su empresa madre en el mundo, se prepara para cumplir muchos más.
¿Quiénes te influenciaron a entrar en el buceo?
No recuerdo un momento inicial ya que ha formado parte de mi vida desde que tengo uso de razón. Buceo desde los diez años aproximadamente y ya mi padre era instructor en los años 60-70. Yo diría que hasta los 25 años pasé una tercera parte de mi tiempo sumergido de una u otra manera.
¿Tu profesión es tu pasión?
Yo diría que soy apasionado en general y esto lo aplico también a nivel profesional, invirtiendo muchas horas, energía, implicación. Este modo de vivir las cosas la verdad es que te lleva a sufrir mucho pero también tiene recompensas más allá de lo puramente profesional.
¿Qué hace especial a Cressi-Sub?
Sin duda el mantener su espíritu original. Casi todas las marcas de buceo nacieron de pioneros especialmente dotados para la técnica y la fabricación, muy apasionados, valientes y que construyeron los primeros equipos muchas veces para uso militar. De esos artesanos nacieron aquellas empresas pero la evolución de los mercados ha llevado a que, de aquellas marcas originales, sólo Cressi y pocas más se mantengan aun a día de hoy como empresas familiares y no hayan sido absorbidas por multinacionales. Cressi mantiene su vocación de fabricante de material que nos ha llevado a, aun hoy, fabricar internamente y en Europa un 80% de los productos, muchos de ellos de forma completamente autónoma como los ordenadores, chalecos, aletas, gafas, reguladores e incluso linternas. Esto a día de hoy es inaudito en muchos sectores y más en el buceo que requiere una amplísima y heterogénea gama de producto que no se da en otros sectores.
Si pudieras comprar un solo producto Cressi, ¿qué comprarías?
En este momento estoy revisando mentalmente mi equipo habitual… y no me veo capaz de definir un solo producto, sinceramente, ya que a golpe de vista veo tres elementos que no sé con qué producto del mercado podría sustituir con satisfacción si se descatalogasen. De hecho, debo reconocer, a nivel personal, que hay productos que considero irrepetibles y de los que conservo alguna unidad de reserva en previsión de si el mercado evoluciona de una manera no acorde con mis gustos personales como buceador. Pero respondiendo a tu pregunta: las aletas Master Ara y (si me permites) el regulador MASTER T10.
¿Qué tres cosas aprecias más en una persona que trabaja para ti?
Implicación, honradez y capacidad de aprendizaje.
¿Qué lecciones crees que son importantes de enseñar?
Tener seguridad en tu empresa y en tu producto. Y esto sólo pasa por conocerlo bien: el tuyo y el de la competencia. Y ser un auténtico tormento para los ingenieros y la cúpula de dirección trasmitiendo ideas, opiniones, críticas e información.
Dar valor a tu profesión ante el buceador y tu distribuidor, contribuyendo a que los mensajes que recibe el usuario sean ciertos, sinceros y realistas, aunque ello vaya en contra de tendencias de mercado puntuales.
Adaptar el material a la realidad del buceador, estudiando profundamente qué es lo que realmente necesita cada usuario independientemente de su nivel adquisitivo sin sobre equiparlo o crear falsas tendencias que a lo único que contribuyen es a que el buceador novel no continúe en la actividad
Tener siempre los oídos bien abiertos y respetar hasta la más humilde las de opiniones.
Para ti personalmente ¿cómo ha sido este recorrido al frente de Cressi-Sub?
Apasionante, duro, enriquecedor… y largo. No puedo, cuando ya falta poco para alcanzar el 25 aniversario de Cressi España, pensar con cierta nostalgia en pro
fesionales, tiendas, centro de buceo que ya no están, y lo que ha cambiado la distribución en unos pocos años.
¿Puedes recordar cuál ha sido tu “momento clave” más memorable al frente de Cressi-Sub?
Sin duda cuando vivimos en 2011 la primera jubilación en la empresa. Fue nuestro comercial de Levante Carlos Roda, que llevaba con nosotros desde los inicios. Una persona extremadamente trabajadora, y con unas características personales y profesionales únicas de la que todos hemos aprendido enormemente. El ver que una persona a la que conociste con poco más de 40 años se jubila manteniendo la misma ilusión que el primer día y tras haber hecho un trabajo encomiable, me llenó de satisfacción. También las primeras Jornadas Test en 2001 en el mítico centro de buceo Sa Rascassa fueron una experiencia única. El agradecimiento de los asistentes, sorprendidos por poder probar todo el material sin límite, fue impactante.
¿Puedes decirnos las dos cosas más importantes que has aprendido a lo largo de este camino?
Que debes ser honesto con tus opiniones y propuestas de mercado, aunque se generen, en un primer momento, resultados inferiores a los deseados, por efecto de modas, etc. Y que, al final, lo único importante es la satisfacción del usuario final con tu producto.
Si pudieras cambiar algo que te ha frenado, ¿qué sería?
A veces he tenido una cierta sensación de impermeabilidad del mercado a propuestas en las que creíamos ciegamente y aún creemos. Desgraciadamente, a veces, en el buceo se da el efecto de que cada buceador/instructor/distribuidor/comercial es un pequeño maestro y me entristece ver como hay profesionales con su capacidad de escuchar ya cerrada. Me sorprende porque yo he vivido en el buceo como practicante desde 1978 y como profesional desde 1988 en dos firmas importantes y siempre escucho las opiniones con máxima atención. De todo el mundo sacas detalles importantes para llegar a conclusiones en cuanto a producto, aunque sea un 1% de lo que se ha expuesto.
Los retos que cada día trae consigo tu profesión ¿qué te enseñan?
Estamos viviendo momentos muy cambiantes en cuanto a distribución del material de buceo y de todo en general. A la vista de cómo evolucionan negocios y empresas, la conclusión es triste y un tanto estresante: te despistas unos meses… y se te comen. Hay que mantener una tensión constante para estar todos al día: directivos, comerciales, instructores…
¿Cómo serán los próximos años de Roberto al frente de Cressi-Sub España? ¿Tienes algún plan B?
Es cada vez más complicado gestionar la fabricación y estocaje de 8000 referencias de lo más heterogéneo y de procedencias variopintas, con una distribución cada vez más atomizada y con menos interés en estocar y un nivel de previsión de ventas casi nulo. Conseguir volumen de ventas depende cada vez más de una amplia gama de producto que de grandes volúmenes de unidades, como sucedía antaño con los productos clave, con los que han proliferado fabricantes (muchos orientales, a precios muy bajos) y artesanos. La logística, las entregas y el servicio postventa son elementos clave para estar donde tienes que estar cuando hay que estar y que el producto no sólo sea de calidad sino que funcione correctamente porque está en condiciones.
¿Cómo te describirías en 3 adjetivos?
Perfeccionista, apasionado y un tanto ingenuo.
¿Qué te transmite el mar?
Silencio y sonidos mágicos, luz y oscuridad, libertad y atracción, ingravidez y gravidez, colores nunca vistos y oscuridades más profundas y contacto extremo con la naturaleza. Y una cura de humildad constante para el ser humano.
En tu opinión, ¿Cómo podemos contribuir a cuidar el medio ambiente nosotros, los buceadores?
Informándonos a fondo y de diversas fuentes de cuáles son los problemas reales del mar a gran escala. Y transmitiendo un mensaje más poliédrico de los habituales, entre otras cosas porque somos los pocos que podemos verlos bajo el agua. Los problemas marinos son globales, muy difíciles de interpretar, fáciles de manipular y políticamente un filón para muchos. El buceador debe luchar para que el buceo nunca pierda sus orígenes (aventura, exploración y pasión) y acabe convirtiéndose en una especie de actividad de parque temático. Porque eso aburre a la gente y sin pasión no hay continuidad.
¿Cómo convencerías a un NO buceador para que se iniciase en el buceo?
Llevándolo a bucear un día tranquilo con agua templada y buena visibilidad, a ser posible entre semana y con todo el tiempo del mundo.