Maldivas
Una vida en sintonía con el mar
Al subir a bordo del Sea Rose, el nuevo barco de Judith de la Rosa de Submaldives, un universo nuevo, lleno de buenas cosas se abre para nosotros.
Buceo espectacular, personas mega interesantes y todo en un entorno cálido que solo ella sabe crear, ¿te apuntas? Ven a conocer a 3 personas que te van a enamorar.
Un reportaje de Ingrid Riera
El barco
En seguida percibes que el Sea Rose es de categoría superior al anterior barco que operaba Submaldives y en mi opinión alberga más zonas cómodas de ocio entre buceos y para las reuniones nocturnas tras el buceo. Dos yacusis, uno en proa y otro en popa y unos camarotes con unos baños más modernos, bonitos y mejor equipados. Me recordó a flotas tipo Aggressor: útiles, lujosas y muy Pro.
El Team
Judith es mi amiga, eso lo sabéis muchos de vosotros, pero eso no implica el que pueda valorar, después de muchos viajes con y sin ella, si un viaje de buceo está bien hecho o no.
El éxito de Judith y su team (Eric de Vicente y Musa) es que aportan un plus humano MUY DIFICIL de encontrar.
El grupo llega sin cohesionar, sin conocerse apenas, cansado de sus múltiples quehaceres en la vida y solo quiere bucear, comer y descansar.
Aquí entra la magia de Judith. Ella aporta entusiasmo por el mar, por las mantas, por los tiburones, por las fotos, por la conservación, por los vídeos… Judith grita, explica, se emociona, a veces se enfada, otras susurra… Nada la deja indiferente.
Es humana y nos recuerda a todos que también lo somos. Así logra que lloremos bajo el mar, que nos emocionemos con una sonrisa y que al final nos hagamos todos amigos.
Es una catarsis más que un viaje.
Y tuvimos la suerte de tener a bordo a
Coté Terré y las “Personas de Regalo”
@coteterre
Coté es una diosa. Una mujer llena de luz, con una vida intensa e interesante y conocerla fue un plus inesperado. Judith la contactó a través de IG y la invitó a subir a bordo para que pudiera relatar de primera mano su experiencia.
Coté, ¿quién eres? ¿Cómo llegaste a bordo?
Hola! Quien soy… No muchas veces te hacen esa pregunta. Si tuviera que describir quién soy, diría que una mujer que persigue sus sueños. Esos tienen que ver con vivir la vida hasta el límite, intentando no derramar ni una gota de ese maravilloso elixir que nos alimenta el alma. Soy periodista y comunicadora chilena y todo lo que hago a través de distintos medios de comunicación busca mostrar el mundo y explicar por qué el viajar es la mejor escuela de vida. Creo profundamente que al salir de nuestra zona de confort nos vemos enfrentados a desafíos y oportunidades que nos hacen crecer, nos enseñan otras formas de vida, nos hacen ser más respetuosos, tolerantes y mejores personas.
El buceo lo aprendí gracias a mi papá cuando tenía 13 años, y el descubrir este mundo fue lo que me ha llevado a estar constantemente viajando a destinos donde pueda seguir teniendo ese contacto con el mar y con toda la vida que habita en él, lo que ya forma parte intrínseca de quien soy.
¿Qué viniste a hacer a Maldivas?
Me contactó Judith a través de mi cuenta de IG y me dijo que hiciéramos algo juntas. De inmediato capturó mi atención cuando me contó sobre lo que se vive a bordo de Submaldives y, sobre todo, porque quería que creáramos conciencia sobre la importancia de la conservación de las mantas y tiburones.
Se nos ocurrió hacer un video que mostrara la experiencia de participar de un viaje como éste incluyendo el barco, los integrantes y cuál es el fin de una aventura como ésta. Ambas coincidimos que no puedes proteger algo que no quieres, y no puedes quererlo si no lo conoces.
Nosotras se los queremos presentar. Mostrarles este submundo e invitarlos a descubrirlo junto a nosotras. Porque luego de que has tenido la oportunidad de bucear con estos animales y de conectarte a este nivel con la vida marina, tu vida cambia para siempre. Y tú también.
¿Te gustó lo que viste y viviste? ¿Cuál ha sido tu momentazo?
No solo me gustó. Quedé fascinada. Desde un principio sientes esa energía maravillosa de quienes amamos el mar, lo que genera una conexión inmediata. La pasión de quienes buceamos es algo tan fuerte que cualquier otra diferencia se deja de lado y te sientes inmediatamente cómodo y bienvenido en un lugar donde, en un principio, no conocía a nadie.
Un grupo de personas tremendamente acogedoras, alegres y entusiastas por lo que van a vivir. Sabes que ésta va a ser una de esas experiencias que se quedarán grabadas para siempre en tu memoria.
¿Mi momentazo? Difícil escoger solo uno… Creo que el haber tenido la posibilidad de seguir al tiburón ballena mientras se alejaba de todo el resto del grupo y sentir que estaba yo sola nadando con él en la mitad del océano, pudiendo admirar su movimiento desde atrás fue uno de aquellos momentos. El otro fue durante el buceo nocturno mientras cien tiburones nodriza nadaban a nuestro alrededor… una oscuridad total iluminada solo por nuestras linternas que iban mostrando sus siluetas, su baile y su cercanía haciéndonos parte de un espectáculo único que no había experimentado en ningún otro lugar del mundo. Realmente alucinante.
¿Como vives tu vida? Todos tenemos curiosidad (y personalmente yo te admiro mucho).
Gracias guapa. Y yo a ti. Mi vida la vivo “a concho” como decimos en Chile. Hasta el fondo, aprovechando cada instante, cada oportunidad y persona que se cruza en mi camino. Nada es por casualidad ni coincidencia, por lo que siempre me recuerdo que la vida no comete errores, solo lecciones que debemos aprender para ser mejores. Soy una convencida de que uno atrae lo que vibra y por eso trato de estar consciente de lo que tengo y de lo afortunada que soy. Pareciera difícil de creer, pero mientras más lo siento, mejores cosas llegan todo el tiempo. No hago muchos planes, dejo que la vida me sorprenda y me escucho. Esa voz interior nunca se equivoca.
¿Qué significa para ti IG? y ¿Cómo lo gestionas?
Para mi es una herramienta de trabajo y una plataforma que me permite compartir lo que vivo como periodista y viajera. Gracias a Instagram que me puse en contacto con Judith, así como con muchas otras personas que buscan difundir el contenido que forma parte de mi cuenta, lo que busco mostrar y enseñar. Sorprendentemente también me ha servido para ayudar a personas que lo necesitan. A donde sea que vaya busco orfanatos, escuelas o poblaciones que me permitan conocer de una forma más completa ese destino a donde he llegado. Los hoteles, restaurantes y actividades turísticas son el “gancho” que nos lleva a decidir por visitar un destino, pero una vez estando ahí, siempre quiero saber cómo viven los locales, cuáles son las principales necesidades, y cómo funciona la vida “de verdad” más allá de lo que se monta para los turistas. Mostrar videos de niños o mujeres que viven otra realidad siempre tiene como consecuencia que varios seguidores me escriban preguntando cómo pueden ayudarlos y terminan haciéndome transferencias de dinero para que yo desde donde me encuentre pueda destinar esos recursos en lo que más necesiten.
Soy consciente de la mala fama que han adquirido las redes sociales, pero también creo en que todas las herramientas dependen del uso que les demos para lo que nos puedan llegar a servir.
¿Es la única red social que utilizas?
Como red social es la principal. Tengo un fanpage de Facebook pero no está tan completo como mi cuenta de Instagram. También subo videos a Youtube, escribo para un periódico en Chile y hago despachos a distintas estaciones de radio desde distintos lugares. Todas estas plataformas están bajo el nombre de coteterre.
¿Cuál es tu próximo desafío?
Mi próximo desafío es publicar mi segundo libro. Trata sobre por qué al menos una vez en la vida debemos viajar solos y, principalmente, además de muchas razones, creo que la vida nos tiene personas de regalo. Es cuando viajamos solos que estamos más abiertos a ver quiénes son esas personas y a descubrir por qué aparecen en nuestra vida de las maneras más inesperadas. Pero siempre, siempre hay una razón. El libro trata de cinco historias de vida de diferentes personas que he tenido la suerte de conocer en distintos lugares del mundo. Tres de ellas fueron en viajes de buceo.
Gonzalo Pérez Mata
@gonzalo_perez
www.gonzaloperezmata.com
Gonzalo es foto-periodista y entre otras publicaciones, también la nuestra, del periódico la Razón. Está especializado en retrato y desde hace unos años dirige su objetivo a documentar el mundo sumergido.
Sus fotos con texturas de luz natural y un toque sobrio fueron la sensación del viaje. Su talante ponderado, atractivo y amable también.
Gonzalo estuvo preparando un vídeo reportaje de Judith que veremos sin duda próximamente.
¿Gonzalo, quién eres? ¿Cómo has llegado hasta aquí?
Nací en Madrid, ciudad en la que resido actualmente, pero he estado vinculado al mar desde mi infancia. He vivido durante gran parte de mi vida en Valencia y pasado largos periodos con mi familia tanto en la costa Blanca como en Almuñécar, lo que me permitía estar en contacto con el mar y practicar el buceo a pulmón. Era de esos niños que se quedan embobados con los documentales sobre el mundo sumergido, especialmente los tiburones, algo que se ha mantenido con el paso de los años. Aunque mi idea inicial era estudiar Oceanografía, mi torpeza con las ciencias y mi entusiasmo por las artes visuales me llevó a licenciarme en Comunicación Audiovisual. Años después hice un Máster en fotografía documental, y he desarrollado mi labor profesional principalmente en el mundo del fotoperiodismo desde hace más de dos décadas, el mismo tiempo que llevo practicando buceo autónomo. En los últimos años he podido unir ambos mundos y dedicar una parte importante de mi tiempo a la fotografía subacuática. Me gusta mucho fotografiar pecios y el buceo profundo por lo que he ido formándome como buceador técnico para poder desarrollar esta activad con mayor seguridad.
¿Qué viniste a hacer a Maldivas?
Aunque llevaba mucho tiempo queriendo visitar Maldivas, vine animado por Judith de la Rosa. Me propuso trabajar juntos y fotografiar su mundo y he aprovechado para hacer un reportaje para el periódico en el que trabajo.
¿Te gustó lo que viste y viviste? ¿Cuál ha sido tu momentazo?
La experiencia ha sido muy enriquecedora en todos los sentidos. No ha sido un viaje más. El vínculo tan fuerte que une a Judith con Maldivas es algo que contagia a las personas que están a su lado. A nivel de vida submarina, este país es un enclave privilegiado. Poder bucear con tantas especies marinas es un regalo para cualquier buceador. Quizá el momento más emocionante fue el rato que pasamos nadando y fotografiando a los tiburones nodriza en medio del azul al caer la tarde. Se dieron distintas circunstancias: la luz, el hecho de estar solo dos personas en el agua y poder interactuar de una forma tan directa con ellos hizo que fuera un momento único.
¿Como vives tu vida? Todos tenemos curiosidad
Tengo la suerte de trabajar en lo que me gusta y de tener una familia maravillosa. Mi mujer es periodista y deportista así que compartimos la forma de ver la vida. La labor diaria de un fotoperiodista es de todo menos rutinaria y quizás lo más valioso desde mi punto de vista es poder conocer de primera mano lo que ocurre a tu alrededor. La vida está llena de contrastes y en esta profesión pasamos de estar cerca del dolor más desgarrador a rodearnos de lo más hermoso. Te pondré un ejemplo. Durante el mes de abril pasé mucho tiempo en los hospitales madrileños por la pandemia. Al drama que vivía de cerca se sumaba la incertidumbre por mi propia seguridad y la de mi familia. Ese mismo mes, pude viajar hasta cabo de Palos para observar y fotografiar la Reserva Marina en una situación única debido al confinamiento. Ese privilegio conlleva una responsabilidad, que es contarlo a los demás de una forma honesta, pero con tu propio lenguaje visual. El trabajo ocupa una parte importante de tu vida así que intento mantener la motivación para que cada día sea una oportunidad de mejorar, pero también de disfrutar. Es algo en lo que insisto a mis dos hijas. Que tu trabajo sea tu pasión. No todos los días serán buenos, pero de ti depende que sean mejores.
¿Cuál es tu próximo desafío?
Bueno, generalmente mi desafío de desvela la noche de antes cuando recibo mis previsiones del día siguiente. A nivel subacuático, además de algún viaje pendiente, sigo inmerso en un proyecto amplio sobre pecios.
XavierSafont
@xaviersafont
Xavier ha estado a bordo de los barcos de Judith muchas veces. Hemos realizado juntos muchos artículos sobre ella y las fotos que veréis en este artículo son el testimonio de la evolución actual de su arte. Arte en movimiento.
Su amor por el buceo no tiene límites, es uno de los pioneros con el corazón más grande que conozco y creo que la comunidad de buceadores actuales le debe mucho a sus fotos.
De carácter endemoniadamente campechano, se mete a la gente en el bolsillo gracias a su franca sinceridad. Como dicen los anglos “What you see is what you get”.
¿Xavi, quién eres? ¿Cómo has llegado hasta aquí?
Hay mucha historia que contar pues llevo 48 años buceando y 45 años disparando fotos…
Como dice mi amigo Carlos Villoch, soy un “neandertal de la fotografía” y también del buceo. Actualmente casi solo me dedico a la fotografía, aunque hemos pasado muchos años, juntamente con mi compañera de viaje María Alba, impartiendo cursos de buceo. En la vida me considero un triunfador ya que hay gente, aunque poca, a quién le gustan mis fotos y también me encanta encontrar a algunos de mis alumnos dirigiendo centros de buceo o sencillamente buceando, estoy muy contento de haber transmitido mi amor por el mar a más de 1500 alumnos.
La fortuna me sonrió cuando a los 15 años pude realizar el curso de buceo y a los 18 años disfrutar de mi primera Nikonos, empecé a participar en concursos de fotografía y también a conseguir algunos triunfos, que no merece la pena mencionar para no parecer “fantasma”. Posteriormente en un momento de meditación mientras estaba fregando platos se me ocurrió escribir mi primer articulo y gracias a mi afán por conocer otros «azules» de otros mares, empezamos a viajar para intentar plasmar en imágenes lo que veían nuestros ojos y poderlo divulgar a gente que no era tan afortunada. También es de agradecer la confianza que la revista Buceadores depositó en nosotros. En Buceadores fuimos colaboradores desde el primer hasta el último número en papel y ahora lo somos de Buceadores/LetsDiveMag.
¿Qué viniste a hacer a Maldivas?
Pues si soy escueto: sacar fotos, pero también quería intentar conseguir nuevas imágenes y perfeccionar las de viajes anteriores… Los fondos de estas islas paradisíacas me encantan porque están repletos de vida, y, es una vida confiada que se deja fotografiar.
Disfrutar de la compañía de amigos y del magnífico Sea Rose también era importante, pero mi objetivo principal es la fotografía, si no salen bien o como yo espero es un fracaso y esta palabra a mi no me gusta.
¿Te gustó lo que viste y viviste? ¿Cuál ha sido tu momentazo?
Soy un enamorado de estas islas, las conocí por primera vez hace más de 32 años, y, las repito siempre que puedo… Cada vez me gustan más y disfruto más de ellas, hay buceos emblemáticos, Tuna Factory, mantas de noche y de día, el buceo con los nodrizas, son difíciles de igualar y en pocos lugares del mundo se pueden realizar, te definiría en una palabra la primera pregunta … BRUTAL….uno de mis muchos momentazos fue cuando nos arrastraba el dingui con una cuerda de noche y nos seguían cientos de tiburones nodrizas, no podía disparar la cámara pero fue bestial.
¿Como vives tu vida? Todos tenemos curiosidad.
En estos momentos con la mierda del Covid, lo mejor que puedo. He tenido que estar encerrado varios meses y esto me ha fastidiado, la vida es corta y se tiene que disfrutar y más a mi edad. He estado unos meses sustituyendo la cámara por el cambio de pañales, disfrutando de la compañía de mi nieta nacida en plena pandemia y menos mal porque sin poder disfrutar del agua salada… Algo me ha alegrado la vida.
¿Cuál es tu próximo desafío?
Para mí los desafíos son mejorar en la calidad de las imágenes que intentó realizar, me considero «un quemado» en el mundo de la fotografía submarina, he dejado la competición, pero siempre compito conmigo mismo, mi desafío lo tengo cada vez que voy a bucear con cámara y espero que no termine.
Submaldives 2021
Hoy Judith de la Rosa está centrada más que nunca en una labor de conservación, concienciación y descubrimiento de cómo proteger el mar y sus habitantes, sobre todo mantas y tiburones.
Para ello ha ideado la estrategia de invitar a su nuevo barco, el Sea Rose, a personajes relevantes de la cultura, las redes sociales, la comunidad científica, fotógrafos y documentalistas para ayudarla a divulgar este mensaje de conservación y ampliar el rango de conocimiento que tenemos de él… Ya que como nos recuerda J.Y.Cousteau “El mar es nuestro unificador y nuestra única esperanza”.
Viajar a Maldivas en tiempos de pandemia
En primer lugar ignorar el miedo y ponerse “manos a la obra”. Visualizar que no va a pasar nada y que todo saldrá bien.
Eso sí, en este periodo aconsejo más que nunca, viajar de la mano de un tour operador de buceo. Te guiarán mejor y estás más tranquilx.
Nuestro grupo tomó estas precauciones:
Como hay que tener reserva d’hotel Obligatoria, Judith te envía por mail un documento conforme vas a estar en uno de sus barcos todo el tiempo. Lo presentas al llegar.
Te haces una prueba PCR (que debe ser negativa) 96 horas antes que salga vuelo. La llevas encima.
Rellenas la mañana antes de volar el formulario de Autodeclaración de Inmigración y Salud. Tiene que ser antes de volar (si lo siento) y MUY IMPORTANTE tienes que obtener al final del proceso un código QR que es que mostrarás al llegar a Malé. A mí no me salió el código y tuve que pedir ayuda a Jose (gracias amigo) para que me lo sacara en la misma cola de facturación.
Antes de entrar en España hay que rellenar este formulario la mañana antes tb. https://www.spth.gob.es/
Al entrar en España presentar el código QR.
Hasta hoy, no es necesario presentar desde Maldivas, PCR negativa de entrada, pero esto puede cambiar. Vuestro agente os lo dirá.