NADIE CONFIARÁ EN TI ANTES DE QUE TÚ CONFÍES EN TI MISMO

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Recuerdo perfectamente cómo, un buen día, unos buceadores, tras completar su formación de buceo técnico con Sergi Pérez, hablaban entusiasmados sobre la idea de traer a su jefe de unidad para que conociera este sistema de buceo. Lo hacían con tanto cariño y admiración que su tono reflejaba el profundo respeto que le tenían.

Tiempo después, tuve la oportunidad de conocer a ese hombre misterioso. Era un hombre de complexión fuerte, con paso firme, pero su trato y expresión eran amables y cercanos. A medida que fui aprendiendo más sobre él, descubrí lo fascinante que era tanto como profesional como persona.

Fue al ver absorta la serie documental G.E.O. Más allá del límite, en la que ellos son los protagonistas y se muestra el día a día de su trabajo, cuando realmente pude entender el alcance de su labor. La serie es una representación auténtica, llena de valores que invitan a reflexionar.

Una entrevista de Inma Marín.

¿Cómo fue ingresar al G.E.O.?

Desde mi adolescencia, siempre estuve muy vinculado al mar Cantábrico, especialmente al surf y a la pesca submarina. Estudié allí hasta el COU, y fue entonces cuando un amigo de la infancia me habló del Grupo Especial de Operaciones (G.E.O.), lo que despertó una llama en mí que nunca se apagó, a pesar de los giros que da la vida. Esta fue la razón principal por la que decidí ingresar a la Escuela Nacional de Policía.

Finalicé mi formación en 1995 y mi primer destino fue San Sebastián, en Guipúzcoa, donde pasé cinco años. Durante mi etapa en la lucha antiterrorista en Donosti, me sumergí tanto en ese trabajo que dejé un poco de lado la idea del G.E.O., ya que estaba completamente centrado en otras responsabilidades. Sin embargo, todo cambió cuando llegó un compañero nuevo que había estado destinado en el G.E.O. Su presencia reavivó mi interés, y decidí presentarme en 1999 al curso del G.E.O.